La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció una conspiración para sacarla del poder.
Además, asomó que uno de los líderes del complot es el vicepresidente Michel Temer.
El Congreso quiere investigar a Rousseff por saltarse las leyes presupuestarias para contribuir a su reelección en 2014, una acusación que la mandataria rechaza.
Rousseff lucha por seguir en el cargo, su Gobierno se enfrenta a una de las peores crisis económicas con una grave recession, aparte de los escándalos de corrupción.
“Ya están conspirando abiertamente, a pleno día, para desestabilizar a la presidenta legítimamente elegida”, dijo Rousseff en un discurso, en referencia a un mensaje grabado el día previo por Temer a sus seguidores.